La herbolaria es la aplicación de la botánica a la Medicina, es decir, el uso de hierbas medicinales en función de utilizar sus propiedades para sanar enfermedades; en México, gran parte de los medicamentos han sido elaborados gracias a los principios activos de las plantas, de ahí la importancia de que la población conozca e identifique los recursos tradicionales con los que cuenta el país en beneficio de la salud, y por esta razón, el Palacio de la Escuela de Medicina realizó la conservación y montaje de 40 especímenes de plantas en su sala de Herbolaria para que el público los conozca a partir del mes de abril.

La maestra Martha Martínez Cisneros, responsable de la preservación del material biológico del Departamento de Embriología y Genética de la Facultad de Medicina de la UNAM y de las salas de Desarrollo Humano y Herbolaria del Museo de la Medicina Mexicana, comentó que las plantas son organismos únicos que tienen metabolitos primarios que les ayudan en su crecimiento, desarrollo y reproducción, y metabolitos secundarios que sintetizan como mecanismo de defensa frente a diversos patógenos y para sobrevivir a condiciones adversas.

Las plantas expuestas en la sala de Herbolaria son colectadas en fresco y algunas muestras tienen plantas obtenidas de hojas de herbario; para cada una de estas muestras se establecieron condiciones específicas de tiempos de fijación, ya que los metabolitos secundarios que tienen en sus vacuolas, floema, xilema o en algunos tubos laticíferos, se liberan y pueden dañar su estado, por ende, es necesario dar cada 2 o 3 años mantenimiento a las plantas, y se deben considerar las condiciones ideales para que se conserven en buen estado, como: utilizar luz homogénea, la condición de humedad tiene que ser poca y deben tener un espacio airado.

Por su parte, la maestra en Ciencias María Patricia Jácquez Ríos, curadora de la Colección Etnobotánica del Herbario de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Iztacala de la UNAM, externó que para la conservación de las 40 plantas como hojas de herbario tuvieron que recolectar las muestras de los ejemplares, las cuales tienen que cumplir con cierto tamaño porque las cartulinas donde van pegadas miden 30 por 40 centímetros; deben estar en perfectas condiciones e incluso utilizan las técnicas necesarias dependiendo de las características de cada planta; y anotar los datos útiles para que sean vaciados en su etiqueta de herbario.

Asimismo, en el caso de obtener un ejemplar para que se quede como material en un herbario, se tiene que deshidratar lo más rápido, porque si se deja mucho tiempo sin deshidratar, las hojas se hacen negras y se modifica la condición de la planta; posteriormente, se pegan en cartulinas especiales para que se puedan montar.

“Las muestras que van a estar en la exposición del Palacio de la Escuela de Medicina deben de estar fértiles, es decir, que tengan flores y frutos, así que tuvimos mucho más cuidado en ver que el ejemplar que cortaramos estuviera en muy buenas condiciones, e incluso recurrimos a ejemplares de herbario que ya teníamos resguardados en el herbario de la FES Iztacala”, agregó la maestra Jácquez Ríos.

En su oportunidad, la maestra en Ciencias Abigail Aguilar Contreras, profesora de la Facultad de Ciencias de la UNAM, señaló que en diferentes textos del siglo XVI escritos cuando llegaron los españoles a México, se registró que hay plantas que hasta el día de hoy existen, y para seleccionar los 40 especímenes para la sala de Herbolaria tuvieron que identificar si siguen teniendo el mismo uso que en el pasado: “La selección fue a partir del propio quehacer que tenemos en el estudio de las plantas medicinales y sobre todo en lo que se refiere a su taxonomía, porque el hecho de que en algunos textos las plantas estén dibujadas implica que se deben de interpretar y reconfirmar si a lo largo de la República existe esa especie y cómo se usa”.

Del mismo modo, comentó que las plantas en exposición son las mismas especies que se seleccionaron hace 30 años, y poco a poco se han ido perfeccionando las técnicas de montaje, utilizando actualmente la fijación al vacío con glicerina; también, mencionó que los principales retos de hacer el herbario medicinal fue que no había una colección de muestras más que el Herbario Nacional de México, el cual tiene un millón de ejemplares pero generales, no específicamente de plantas medicinales, de ahí la necesidad de uno enfocado a la Medicina, y para hacerlo se ejecutó un gran trabajo de campo, donde visitaron las comunidades rurales para conocer a los especialistas de la medicina tradicional popular, y platicar con ellos para recabar información.

La maestra en Ciencias María Edith López Villafranco, responsable del Herbario de la FES Iztacala, indicó que recolectaron las plantas gracias a la información que obtuvieron de los estudios etnobotánicos: “Esto es un trabajo sistemático, no solamente es ir y colectar la planta, se tiene que hacer la investigación del herbario y después seleccionar las zonas de donde íbamos a traer las plantas, por ejemplo, un jardín botánico”.

También, indicó que normalmente le dan mantenimiento a la sala de Herbolaria cada dos o tres años, pero únicamente a las plantas que presenten algún daño, y recordó que las primeras plantas que se pusieron en el proyecto fueron gracias a la maestra Abigail Aguilar Contreras, quien en los años ochenta se encargó de recolectar y dar tratamiento a algunos ejemplares, pero al no tener una técnica estandarizada de conservación, se tuvieron que reemplazar por plantas colectadas en fresco y fijadas con la nueva técnica de fijación realizada por la maestra Martínez Cisneros para la primera inauguración de la sala de Herbolaria en 2013.

Fotografías: Carlos Díaz

Karen Hernández