Historias de Éxito #MujeresFacMed

Mi nombre es Martha Robles Flores. Cuando era niña, estaba muy indecisa entre estudiar Biología o Medicina, lo único que tenía muy claro era que quería dedicarme a investigar cómo curar el cáncer; con el paso del tiempo descubrí que me encantaba entender a profundidad las cosas, razón por la que estudié la Licenciatura en Biología en la Facultad de Ciencias de la UNAM, y posteriormente una maestría y un doctorado en Ciencias Bioquímicas en la Facultad de Química de la UNAM.

Ingresé a la Facultad de Medicina de la UNAM porque cuando terminé mi posgrado en investigación relacionada con cáncer bajo la tutoría del doctor Adolfo García-Sáinz, fui contratada por el doctor Enrique Piña Garza, gran amigo de mi tutor y exJefe del Departamento de Bioquímica (DB). Después de trabajar juntos y publicar nuestro primer artículo en colaboración, continué de manera independiente como Profesora Titular de Tiempo Completo del DB.

Mi interés en investigar sobre la base molecular de la carcinogénesis usando como modelo el cáncer de colon se debe a que cuando era niña, mi madre Guillermina fue diagnosticada con ese tipo de cáncer, algo que sin duda me marcó muchísimo. Gracias a Dios, mi madre lo superó y salió adelante, pero cuando cumplió 60 años le regresó el cáncer y murió al igual que mi hermana Alicia, quien a los 41 años padeció la misma enfermedad; por ellas y por muchos otros que tienen cáncer es que deseo contribuir a la creación de un tratamiento muy eficaz para ayudar a las personas.

Mi profesión me ha enseñado a que una nunca deja de aprender, como científicos tenemos que estar al día en todos los avances que van surgiendo, la perseverancia y la organización son indispensables. Hoy en día valoro mucho también el tener la oportunidad de poder contribuir en la educación de los estudiantes de Medicina para infundirles un gran entusiasmo y pasión por lo que hacen y para contribuir en la formación de recursos humanos de alto nivel que pueda generar un impacto importante y una influencia positiva en las nuevas generaciones.

Lo que más me enorgullece de mi profesión es haber logrado reconocimiento internacional, que me consideren una experta en mi campo de investigación es algo muy satisfactorio. El haber ganado el Reconocimiento “Sor Juana Inés de la Cruz” en 2020 significó también un gran honor, satisfacción y orgullo para mí.

Las mujeres siempre hemos desempeñado un gran papel en la ciencia, afortunadamente la UNAM me ha apoyado mucho en mis proyectos, pero fuera de la Universidad sigue existiendo una brecha de género, por lo que las científicas tenemos que seguir demostrando que tenemos la capacidad y la pasión de hacer un gran trabajo; aconsejo a todas las jóvenes que quieran dedicarse a la investigación a que nunca renuncien a sus sueños, trabajen duro y luchen por lo que quieren.

Actualmente, mis más grandes metas en la vida son: personalmente, seguir impulsando a que mi hijo José Carlos se convierta en un gran hombre; y académicamente, cumplir mi sueño de niña de hacer un trabajo trascendente que deje huella en el tratamiento contra el cáncer.