Los días 19, 20 y 21 de febrero, la Secretaría de Servicios Escolares de la Facultad de Medicina de la UNAM entregó los grados de Especializaciones Médicas a 2 mil 697 residentes que concluyeron exitosamente el Programa de Graduación Oportuna.

Los documentos fueron entregados en el vestíbulo del auditorio “Dr. Raoul Fournier Villada”, de las 9:00 a las 18:00 horas, con citas por orden alfabético.

Los doctores María de los Ángeles Fernández Altuna y Jesús Cristopher Valdez Torres, de la Secretaría de Servicios Escolares de la Facultad de Medicina, explicaron que se trata de un programa de excelencia caracterizado porque los residentes cumplen con una serie de requisitos para poder optar por tener sus grados académicos el mismo día que egresan.

En una graduación “habitual”, por lo regular el grado tarda de cinco a seis meses en emitirse (toda vez que egresan). La ventaja del Programa de Graduación Oportuna es que reciben su grado a tiempo, de tal forma que pueden comenzar de inmediato otras importantes gestiones como la certificación ante los distintos Consejos de Especialidad, obtener su cédula de especialista, entre otros, estando así en posibilidad de incorporarse al mercado laboral. Todos los residentes que lograron figurar en este programa de excelencia comenzaron desde hace más de siete meses con la aprobación de sus tutores y jefes de enseñanza, adelantando todo su trabajo de investigación para terminar sus tesis y completar sus trámites de manera anticipada.

Orgullosos de su esfuerzo

Zaira Leticia Chu Martínez, residente de Pediatría, externó su felicidad por terminar esta etapa de su vida, ya que “académicamente es muy pesado porque tienes que atender pacientes, estudiar, hacer exámenes, escribir tesis y artículos. Pero ahora estoy muy contenta con los resultados”.

Manuel Eduardo Aguilera Bailón, residente de Oncología Médica, recordó que cuando tenía 12 años se veía logrando su especialización, y ahora que la termina, aconsejó a las nuevas generaciones a que “nunca pierdan su objetivo, esfuércense, vean por el paciente y nunca duden de sí mismos porque los sueños se cumplen”.

Antlia Castillo Pérez, residente de Medicina Familiar, dedicó este logro a sus hijos, esposo y padres, y adelantó que quiere seguir creciendo profesionalmente, “en la Medicina todo el tiempo hay que estudiar, por eso me gustaría hacer una subespecialidad, prepararme más en pro de los pacientes”.

Manuel Araiza Sánchez, residente de Anestesiología, agradeció a su familia por motivarlo siempre a seguir adelante en su educación: “Ya quedé en la subespecialidad, ahora voy por Terapia Intensiva. Esta no es una carrera corta, pero vale muchísimo la pena si lo hacemos con amor y dedicación”.

Carolina Bonifacio Navarro, residente de Oftalmología Neurológica, mencionó que “no me creo este logro, me siento increíblemente feliz y agradecida con Dios y con mi familia. Todo sacrificio ha valido la pena; mis planes ahora son regresar a mi país Bolivia para ejercer allá mi profesión”.

Fotografías de Brisceida López, Pamela Gómez, Carlos Díaz y Adrián Álvarez

¡Felicidades!

Karen Hernández