La vida humana y los factores que influyen para generar modificaciones en la información genética han sido un tema de mucho interés para el campo de la medicina genómica. El programa Developmental Origins of Health and Disease es precisamente una de las líneas de investigación que más ha enfocado sus esfuerzos para comprender estas implicaciones del desarrollo humano durante los primeros mil días.

En la primera sesión del Ciclo de Conferencias sobre Ciencias Básicas, organizado por la Coordinación de Comunicación Social de la Facultad de Medicina de la UNAM, el doctor Felipe Vadillo Ortega, académico del Departamento de Bioquímica, explicó que “los primeros mil días de vida de un ser humano, incluyendo la etapa intrauterina, son importantes porque existen factores que pueden alterar la expresión genética; lo que puede provocar cambios que   afecten   su desarrollo y  predisponer a ciertas enfermedades futuras”.

En la conferencia “Los primeros 2 mil días de vida”, transmitida por Facebook Live y YouTube, el pasado 4 de marzo, el ponente recordó que “el epigenoma son los cambios en la estructura del DNA, pero que no afectan la secuencia del mismo, sino que resultan en la modulación de un gen o un grupo de genes. Los factores que pueden causar estos efectos se denominan exposoma, y reúne a aquellos eventos maternos o externos que generan este fenómeno en el DNA del bebé”.

Los factores que producen estos cambios en la expresión genética son: calidad de nutrición de la madre durante el embarazo, exposición a humo de tabaco, ingesta de alcohol, lactancia materna exclusiva durante los primeros 6 meses, alimentación complementaria y calidad de los alimentos proporcionados al bebé, entre otros.

El metabolismo es un proceso altamente sensible a estos cambios, ya que la alimentación puede desequilibrar la forma en que nuestro metabolismo procesa los principales sustratos que utiliza nuestro cuerpo: glucosa, ácidos grasos y aminoácidos. Respecto al tema, el doctor Vadillo Ortega agregó que “incluso después de mil días, estos factores continúan condicionando el desarrollo de enfermedades como el sobrepeso y la obesidad, lo que finalmente desemboca en diabetes mellitus tipo 2”.

“Estamos estudiando durante mil días adicionales los factores antes descritos para reducir la cantidad de niños con obesidad infantil. Hemos estado trabajando con el gobierno de la Ciudad de México, la Facultad de Medicina de la UNAM y el Instituto Nacional de Medicina Genómica para ofrecer atención especializada a la mujer embarazada y los infantes durante este periodo. Incluso hemos logrado impulsar la integración de este monitoreo en políticas públicas de la Ciudad”, destacó el académico para finalizar la actividad.

Fernando Jacinto