Para que los estudiantes de la Facultad de Medicina de la UNAM puedan desarrollar diversas habilidades clínicas de acuerdo con lo establecido en el Plan de Estudios de la Licenciatura de Médico Cirujano, a partir del 4 de octubre se reanudaron las prácticas presenciales en el Centro de Enseñanza y Certificación de Aptitudes Médicas (CECAM), con todas las medidas pertinentes para evitar contagios.

“Previo a este regreso, solicitamos a los alumnos contestar un cuestionario para detectar síntomas o signos de sospecha de COVID-19, con el propósito de crear un filtro sanitario, darles la oportunidad de recuperarse en caso de que fueran positivos a COVID-19 y programar su práctica posteriormente. Para aquellos en donde no hay sospecha de COVID-19 se programó su práctica y a su ingreso les tomamos la temperatura, colocamos gel y pedimos que traigan cubrebocas de triple capa para su capacitación”, explicó la doctora Laura Silvia Hernández Gutiérrez, Jefa del Departamento de Integración de Ciencias Médicas (DICiM).

Además, como parte de estas medidas, únicamente se utilizan nueve salas con seis estudiantes cada una por hora, en donde a través de actividades de simulación con práctica deliberada y el uso de simuladores realizan diversos procedimientos para el desarrollo de habilidades clínicas. Es importante destacar que después de cada actividad, las instalaciones son limpiadas y desinfectadas.

Posterior a la práctica, y para tener un mejor control del riesgo de contagio de COVID-19 entre la comunidad, los estudiantes reciben por vía electrónica un segundo cuestionario para monitorear si después de la práctica manifestaron algún síntoma, y se da seguimiento hasta por tres semanas.

“Es responsabilidad de los alumnos que acudan con su equipo de protección, que mantengan siempre el distanciamiento de 1.5 metros durante la práctica, que porten la bata, guantes de nitrilo, cubrebocas y careta opcional. Por nuestra parte, vigilamos que el distanciamiento se mantenga durante toda la práctica y les brindamos continuamente gel”, recalcó la doctora Hernández Gutiérrez.

Además, “tanto la Facultad como la Universidad nos han proporcionado todos los insumos para tener una protección adecuada para el personal académico y los estudiantes, tales como gel antibacterial, cubrebocas y señalamientos por todas las instalaciones”, agregó.

Por otro lado, la Jefa del DICiM apuntó que las prácticas se reanudaron debido a que son un elemento esencial en la formación de los estudiantes, pues necesitan desarrollar habilidades psicomotrices para la atención de los pacientes.

“La importancia de retomar las prácticas es que los alumnos puedan practicar con un simulador diversas habilidades que se deben desarrollar con base en el programa académico. Esto permite que cuando lleguen a los hospitales o se reanuden las actividades intrahospitalarias, los médicos en formación puedan desempeñarse de una mejor manera sin impactar en la seguridad del paciente”, indicó el doctor Hugo Erick Olvera Cortés, Coordinador del CECAM.

Por el momento estas prácticas están programadas únicamente para los estudiantes de la Licenciatura de Médico Cirujano que cursen el tercer y cuarto año en las asignaturas de Integración Clínico-Básica I y II. En éstas desarrollan habilidades como el tacto rectal, la colocación de sonda foley, colocación de sonda naso-gástrica y otros procedimientos que posteriormente realizarán con un paciente real.

Cuando haya condiciones óptimas de menor riesgo, se tiene planeado que los alumnos regresen a lo presencial; por el momento se tienen programadas actividades para los estudiantes de cuarto año en las próximas semanas, las cuales durarán hasta diciembre con el propósito de compensar las prácticas hospitalarias que no han podido realizarse durante la pandemia.

Eric Ramírez