#OrgulloBuitre

El Judo es un arte marcial de combate japonés que se enfoca en el uso eficiente de la fuerza y el equilibrio para derribar al oponente. Practicarlo no sólo proporciona habilidades físicas, sino que también contribuye al desarrollo de la concentración, el trabajo en equipo, la gestión del estrés y el control del cuerpo. Estas razones llevaron a Sofía Jimena Vizcaya Muñoz y a Apolinar Axel Cruz Barragán, estudiantes de la Licenciatura de Médico Cirujano, a elegir este deporte, y como resultado de su dedicación, ganaron medallas en los Juegos Universitarios 2024.

“Esta experiencia fue muy provechosa. Inicialmente no tenía la intención de competir; de hecho, desde el año pasado, mi entrenador Edgar Colín, expresaba su deseo de llevarme a competiciones, pero yo constantemente declinaba la idea. Sin embargo, mis compañeros compartían la opinión de que la competencia brinda mayor confianza tanto en uno mismo como en el deporte que practicamos, así decidí participar en los Juegos Universitarios y confirmé que ganar medallas no sólo es un logro deportivo, sino una confirmación de mi progreso”, indicó Sofía, ganadora de la medalla de oro en la categoría de 48 kg novato.

Al hablar sobre su preparación para los Juegos Universitarios, recordó que su primer año de universidad resultó ser el más demandante. A veces se encontraba desmotivada y agotada al salir de las clases, pero aun así iba a entrenar y descubrió que el Judo le devolvía la energía, pues salía con una vitalidad renovada: “La constancia fue lo que más me costó, pero con el tiempo fui adaptándome al ritmo. Mi enfoque de preparación implicó asistir a los entrenamientos de tres a cuatro días a la semana, manteniendo una práctica constante y, durante la competencia, pongo a prueba lo que he avanzado, evaluando mis habilidades y reconociendo las áreas que requieren mejora”.

Los Juegos Universitarios 2024 no son los únicos en los que Sofía ha obtenido el primer lugar, pues también lo hizo en el Abierto Nacional Lenia Ruvalcaba en Querétaro y en el Nacional Estudiantil en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, donde obtuvo dos medallas. Actualmente, se está preparando para los clasificatorios de la Universidad Nacional y de los Juegos CONADE, por lo que seguirá entrenando como lo ha hecho hasta ahora, pues su mentalidad es demostrar lo que ha aprendido más que obtener medallas.

“Encuentro fascinante la primera lección que recibí en el Judo: aprender a caer adecuadamente. Esta habilidad no sólo se traduce en la técnica física, sino que representa una poderosa lección de resiliencia y perseverancia. Caer es sólo el comienzo para levantarse de nuevo, un recordatorio constante de la importancia de superar los obstáculos”, aseguró Sofía, para quien más allá de los logros, el Judo ha tenido un impacto profundo en su desarrollo personal, pues considera que es un deporte cargado de enseñanzas.

Además, destacó el impacto positivo que ha tenido en su salud mental y física, ya que estar bien en una de esas dos áreas contribuye significativamente a mejorar la otra. Asimismo, indicó que ha tenido que colaborar con sus compañeros, ayudándose mutuamente a mejorar, creando así un ambiente de crecimiento compartido; en este proceso, ha aprendido la importancia del compañerismo como un valor esencial en el Judo.

“Quiero expresar mi profundo agradecimiento a quienes han sido parte de mi trayectoria. Reconozco que el respaldo de mis padres, mi abuelita, mi tía, mi entrenador, profesores y compañeros de entrenamiento y de la Facultad, ha sido crucial para mi continuación en los estudios y la práctica deportiva. El mayor logro y orgullo al obtener medallas se comparte con ellos porque todo su apoyo ha sido fundamental”, agregó.

En cuanto a sus metas a futuro, Sofía desea mantener su enfoque actual, ya que percibe una complementariedad entre el Judo y su rendimiento académico y se siente satisfecha con la felicidad que le brinda ir a entrenar, así como las experiencias enriquecedoras que ha obtenido de las competencias.

Fotografías de Brisceida López

Por su parte, Apolinar, ganador de la medalla de plata en la categoría de +100 kg, recordó que inició a practicar hace aproximadamente dos años por recomendación de un amigo suyo: “Mi interés inicial era practicar Sambo, pero al no estar disponible en la UNAM en ese momento, decidí probar el Judo, descubriendo que me gustaba más de lo que esperaba”.

También participó en los Juegos Universitarios 2023, pero consideró que en la actual justa se sintió “un poco más ágil, con mejor condición física y técnica respecto a los Juegos pasados. Para empezar, estuve entrenando diario y trabajé un poco más mi acondicionamiento físico, tanto a nivel de fuerza como de cardio”.

Además, mencionó que se encontró con desafíos significativos, especialmente debido al aumento de competidores en su categoría, incluido un oponente de cinta negra que resultó ser el más difícil. Aunque enfrentarse a rivales con mayor técnica y experiencia representa un reto, considera que estos obstáculos son fundamentales para su crecimiento personal.

El Judo ha tenido un impacto positivo en su vida escolar y desarrollo personal, pues le ha inculcado disciplina, aliviado el estrés, fomentado el compañerismo y contribuido a que forme una identidad: “Acabo de iniciar el Internado Médico en Saltillo, afortunadamente ya encontré un lugar para entrenar en esta ciudad. Mi enfoque será similar, voy a ejercitarme cuando tenga tiempo libre y mis compromisos académicos me lo permitan”.

En cuanto a sus metas a corto y largo plazo, su prioridad es terminar la carrera de Medicina. En el deporte, su objetivo es seguir mejorando, ascender de grado y centrarse en las artes marciales mixtas. Su mensaje para aquellos que lo han apoyado incluye agradecimientos a sus profesores, especialmente a su entrenador Álvaro Caiseros, y a sus padres por su constante respaldo.

Finalmente, invitó a otros estudiantes a buscar actividades fuera del ámbito académico para encontrar paz mental y equilibrio en sus vidas: “La vida universitaria va más allá de los estudios, aprovechen el tiempo y recursos disponibles”.

Por Karen Hernández